viernes, 29 de diciembre de 2006

Reseña: El Fuego Elemental

El Fuego Elemental.

Martha Wells.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Bibliópolis. Col. Bibliópolis Fantástica # 51. Madrid, 2006. Título original: The Element of Fire. Traducción: Carlos Gardini. 286 páginas.

La novela comienza con una misión de rescate por parte de la Guardia de la Reina de un sabio raptado por el mago bisrano Urbain Grandier que termina con una casa ardiendo y una arriesgada fuga por los tejados de la ciudad… y a partir de ahí ya no hay tregua para el lector. El Fuego Elemental es aventura y acción en esencia, encadenando peripecias una detrás de otra sin permitir apenas descanso ni a los protagonistas ni a los que están leyendo. Se hace difícil soltar el libro en algún punto, hacer una pausa, pues siempre queda la duda de lo que pasará a continuación, de qué nuevo suceso vendrá, qué nuevo misterio saldrá a la luz hábilmente dosificado por al autora.

Ese es, sin duda, para mí, uno de los aciertos de Wells en este libro: va presentando secretos y quiebros en la acción, pero no los hace durar innecesariamente, de modo que cuando el lector pueda decir aquello de que ha descubierto lo que se escondía tras un personaje o una acción en concreto la propia autora lo revela sin necesidad de aguardar páginas y páginas de tediosa espera, quitándole la satisfacción de poder decir ese “yo ya lo sabía hace tiempo” tan obvio en otros libros y presentándole sin embargo a cambio nuevos misterios y nuevos retos.

Es esta la primera novela de Martha Wells (aunque en España sea la segunda editada tras la magnífica y muy recomendable La muerte del nigromante) y aunque es cierto que hay momentos en que la escritura es un tanto apresurada, como suele corresponder a un producto novel, le sobra imaginación y buenas maneras. Le falta, quizá, algo de la depuración que mostrará en el primer libro que nos ofreció Bibliópolis, pero, al menos en la traducción de Gardini, está llena de fuerza y hace un muy buen uso de los recursos literarios.

Como alguien ya ha dicho, El Fuego Elemental es, básicamente, el encuentro de los Tres Mosqueteros con el reino mágico de Faery. La novela está llena de los enredos cortesanos y aventuras soldadescas de los que tanto gustaba Dumas en sus obras, con una reina viuda que mantiene el poder a pesar de que su hijo ya ha sido coronado rey, con una reina cónyuge que vive encerrada en sus propios miedos, con un rey indeciso, dudando de su propio poder y que sólo sabe ejercerlo mediante la dureza y las lisonjas de su interesado primo, con una red de favoritos que sólo buscan el mantenimiento de sus privilegios, con unas órdenes militares enfrentadas entre sí luchando siempre por mantenerse cercanos al poder establecido, con amantes, familiares de dudosa moralidad, intrigas y traiciones, dobles sentidos, duelos a espada… Y a la vez está impregnada en todo momento por la magia de ese reino paralelo, de seres exóticos, que es el mundo de las hadas, aunque estas no sean siempre lo que parecen; un mundo del que procede la medio hermana del rey, bruja élfica por parte materna, Kade Carrion, Reina del Aire y la Oscuridad, y tras ella se nos descubre un mundo extraño, Fayre, del que procede la Hueste de la Corte Profana, dispuesta a arrasar con todo Vienne por sus propios motivos insondables, y enemistados con la luminosa corte de Titania y Oberón, quienes no desean inmiscuirse en asuntos terrenales. Se producirá así el enfrentamiento entre la magia élfica y la hechicería humana con un dudoso premio en juego, pues nadie, salvo los instigadores ocultos en las sombras, parecen saber demasiado bien por qué se encuentran luchando.

Martha Wells juega bien sus cartas, dosificando en su justa medida las pistas que nos va dando con los respuestas que vamos encontrando; con las dosis adecuadas de acción desbordante alternándose con los momentos de investigación y descubrimiento. Los personajes cumplen a la perfección su papel, ajustándose en todo momento a lo que se espera de ellos, sorprendiéndonos cuando es menester y sufriendo, e incluso sacrificándose, cuando les toca. Es este otro acierto, aunque doloroso para el lector, de la autora: dar alegrías inesperadas para luego quitarlas de la manera más cruel (y no profundizo más en ello para no desvelar ciertos pasajes impactantes). Quizá una de las mejores cosas que se pueda decir a estas alturas de una novela de fantasía es que mantenga la capacidad de sorprender, y ésta lo consigue.

He disfrutado leyendo este Fuego Elemental, “simple” aventura pura y dura, que sin duda no busca más que entretener y lo consigue con creces. Si lo que se quiere es pasar un muy buen rato sin tener que cavilar demasiado, sin duda este es un libro muy recomendable para ello.

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