viernes, 13 de julio de 2012

Reseña: El despertar del Dragón

El despertar del Dragón.
Spellwright II.

Blake Charlton.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Versátil. Col. fantasía. Barcelona, 2012. Título original: Spellbound. Traducción: Daniel Aldea Rossell. 519 páginas.

Nos encontramos ante la segunda novela del autor, segunda entrega a su vez de las aventuras del lexicomago Nicodemo Weal en ese mundo fantástico donde los hechizos se componen literalmente de las propias palabras, formulándose mediante la elaboración de frases en muy diferentes lenguajes mágicos de los que depende el resultado obtenido. La amenaza de la llegada de los demonios sigue vigente, y Tifón persevera en sus planes de crear al dragón mágico que lo haga posible; pero lejos de retomar la acción allá donde quedara en la obra anterior, La profecía del Alción, Charlton decide avanzar temporalmente y al inicio del libro han pasado ya diez años desde los sucesos conocidos —y si no se conocen por no haber leído la primera novela es mejor no entrar en esta hasta haberlo hecho—, y el relato se localiza ahora más al norte, en la ciudad de Avel, donde bajo una aparente calma bullen enfrentadas corrientes subterráneas que podrían dar lugar a un violento estallido. Cambiada la localización geográfica, el autor parece decidido a dar un vuelco total focalizando la acción en un nuevo personaje, Francesca DeVega, quien se va a convertir en el principal hilo conductor de la narración dejando un tanto en un segundo plano al anterior protagonista, Nico, quien no obstante —que nadie se preocupe por ello— va a mantener su buena ración de atención.  

Así, robándole pues el centro de la escena al cacógrafo, Charlton presenta desde la misma escena de apertura a Francesca, una clérigo especializada en la magia aplicada a la medicina que ejerce en la citada ciudad de Avel, un lugar que Tifón ha dominado tomando en secreto el poder. Cuando el lector empieza la lectura se sube así a un vehículo en marcha para asistir al momento en que la vida de la médico va a cambiar radicalmente a raíz de la muerte de su más reciente paciente a pesar de todos sus desesperados intentos por mantenerla con vida. Una muerte con consecuencias sorprendentes e insospechadas que va a ser el detonante de una intensa aventura donde la intriga política y bélica va a adquirir un mayor componente que en la entrega anterior. En medio de la huida que esa muerte provoca, el autor presenta a otro de los nuevos protagonistas quien va a tener gran importancia posterior: Cyrus, viejo conocido de Francesca, con quien antaño compartiese algo más que palabras, hierofante guardián de la ciudad, quien verá como sus lealtades, y ambiciones, son fuertemente puestas a prueba.

Solo tras la presentación de Francesca y de su antiguo amor, el autor hace aparecer de nuevo en escena a los personajes de la anterior mediante la reaparición del «fantasma» de uno de ellos y situando a Nico en medio de una misión en pos de terminar su largo conflicto con Tifón. El cacógrafo, imposibilitado para usar la mayoría de las lenguas mágicas ha perfeccionado su uso de las runas de los kobolds, a pesar de todas las desventajas que las mismas suponen, y lleva todo ese tiempo preparándose para el inevitable enfrentamiento con el demonio que arruinara su vida al causar su cacografía y asesinar a sus amigos. A su vez, la «enfermedad» de su mentor, Shannon, ha seguido propagándose y el avance de sus úlceras parece dejarle poco tiempo de vida, algo que amarga y llena de premura a su pupilo.

Como telón de fondo, los agentes de la medio hermana de Nico conspiran con diversas facciones para garantizar que ella se convierta en el Alción profetizado, al tiempo que buscan evitar que el mismo se convierta en el también anunciado Petrel. Debido a viejas rivalidades y a la nueva situación, con la aparición de facciones con objetivos irreconciliables, la ciudad de Avel parece abocada a sufrir una rebelión que de paso a una guerra civil, atrapando a los protagonistas en medio, luchando por sus vidas y por terminar con el demonio y sus secuaces, tratando de frustrar sus planes y salvar a sus amigos por el camino.

Y en el centro del todo, por causas que ella misma no se explica, una bastante desorientada pero siempre decidida Francesca no tiene ni idea del papel que el destino, u otra serie de poderes, han preparado para ella en toda esta historia. Frente a la ambiciosa mujer que empieza a cuestionarse todo lo que ha conocido hasta el momento, pero que no por ello pierde el sentido de humor, el autor sitúa a un Nico desesperado por recuperar lo que el demonio le robó y dejar así atrás su cacografía; un tanto amargado y cínico, la imposibilidad de tocar a las personas bajo la amenaza de que un simple roce produzca en ellos llagas y heridas ha hecho que se aísle aún más sobre sí mismo, apartando a todos para no hacerles daño, pero impidiendo también cualquier muestra de cercanía o afecto. Las circunstancias y lo vivido le han convertido en alguien cruel, decidido a sacrificar cualquier cosa para obtener lo que cree que le corresponde; y, sin embargo, al conocer a la clérigo tendrá que empezar a replanteárselo realmente todo.

En contra de lo que sucede muy habitualmente en las segundas novelas de una trilogía, Charlton empieza esta con un ritmo rápido, en medio de la acción, sin dedicarse a recolocar sus piezas ni a recapitular sobre lo sucedido hasta entonces. Empieza con los personajes ya inmersos en sus misiones, ya en movimiento, y solo más tarde el lector sabrá, en parte, lo que ha sucedido en todo el tiempo transcurrido desde el cierre de la anterior. Así, las escenas de acción se suceden, intercalando los necesarios y agradecidos momentos de reflexión, de tensa calma, para asentar lo narrado. Es cierto que alcanzada su mitad la novela sufre una cierta ralentización, un pequeño «bache» que parece remansar el relato amenazando con demorar la resolución de lo que está sucediendo. sin embargo ese ritmo más lento da paso en la últimas cien páginas a un final muy dinámico y a un epílogo que, cerrando a la perfección la novela, da pie a la continuación.

El autor aprovecha esta novela para hacer crecer el escenario con interesantes adiciones, creando un mundo mucho más rico y complejo que lo visto en la primera, lleno de matices, con abundantes referencias a lugares lejanos donde están sucediendo cosas que van a tener mucha repercusión sobre los hechos principales que están viviendo los protagonistas. Hay un importante desarrollo en torno a los sistemas políticos que rigen en los diferentes reinos o ciudades estado, como la propia Avel, en torno a sus sistemas religiosos, y a la influencia de unos y otros en la vida de los ciudadanos. Todo ello, junto al tema de las alianzas que se están forjando soterradamente, tanto para apoyar la llegada de los demonios como para oponerse a ello, consigue dar la sensación de un conjunto más grande más allá de la pequeña parcela que se está mostrando.

El autor añade profundidad no solo en lo «geopolítico», sino dotándolo de mayor amplitud con nuevos personajes —haciendo la novela mucho más «coral» que la anterior—, seres y tipos de magia. Especialmente inquietantes, por ejemplo, son los «licántropos» que viven en la sabana que rodea Avel y periódicamente atacan sus murallas, criaturas que se dice pueden tomar forma humana para capturar a su víctimas. A ellos deben enfrentarse los hierofantes, magos del aire y guardianes de la ciudad, que se sirven de telas saturadas de léxico-hechizos escritos con el músculo de sus corazones para crear, entre otras maravillas, grandes cometas y naves que vuelan al amparo de su manipulación del viento. Se hace hincapié precisamente en uno de los puntos más imaginativos de la trilogía, en los muy diversos tipos de magia y de sus lenguajes, cada cual con sus propias características y aplicaciones: en el uso médico que ejemplariza Francesca, pero también mostrando nuevas vertientes como la forja de metales o la naturaleza de los druidas...

La trama plantea un buen número de misterios con los que el autor va a ir jugando a lo largo de la novela manteniendo la intriga y la emoción, de los cuales la identidad de Francesca, y de otra serie de personajes que no son lo que aparentan, no es el de menos. Y conforme alguno de estos misterios se vayan resolviendo otros nuevos van a ir cubriendo el hueco sin dar respiro y evitando que se pierda en ningún momento el interés por lo narrado. Y eso a pesar de que narrativamente hay ciertas escenas en que el lector puede llegar de alguna manera a perderse. Siendo de lo más interesante y novedoso, el sistema de magia imaginado por el autor es también causa de cierta confusión, sobre todo cuando se centra en las escenas de combate, donde las descripciones encuentran alguna dificultad para trasmitir con la debida claridad lo que está sucediendo. Una confusión a la que se une que algunos de los participantes en las diversas facciones quedan muy desdibujados, con lo que al final crean serias dudas sobre quién está realmente apoyando a o enfrentándose con quién.

El despertar del dragón es una entretenida aventura, un muy digno libro central de la trilogía lleno de acción, una fantasía pseudo medieval de corte clásico y para «todos los públicos» —tiene «sabor» a fantasía de décadas pasadas, algo alejada de lo que se está  cociendo actualmente—. Charlton usa de todos los tropos habituales del género, sin convertirlos en tópicos, y ofrece el toque novedoso del sistema de magia basado en las reglas sintácticas ya presentado en el libro anterior desarrollándolo en mayor profundidad —y variedad, los hierofantes son todo un acierto— aquí. Una historia imaginativa, con personajes interesantes —aunque sobre todo los secundarios fallen en ciertos momentos en la necesaria caracterización pecando de bidimensionales—, con abundantes giros y enfrentamientos, sorpresas, conspiraciones y engaños escondidos dentro de engaños bajo capas de mentiras, traiciones y alianzas inesperadas, drama y tragedia, algún toque de humor, romance —¿innecesario?—, sociedades y culturas diferentes, criaturas inquietantes, amenazas latentes, épica bélica, combates aéreos... y una interesante reflexión sobre las limitaciones que impulsan a las personas a superarse venciendo todos los impedimentos que la vida pueda poner en su camino sin rendirse jamás a pesar de sentirse vencido en ocasiones.

Y el cierre de la trilogía anunciado ya para el año que viene. Habrá que estar atentos.

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Reseña de otras obras del autor:

 

2 comentarios:

Jolan dijo...

Me gusta el enfoque sobre la magia de esta trilogía. Estoy esperando los dos primeros volúmenes para ponerme con ella.

Santiago dijo...

La verdad es que en un tema tan trillado como lo es el de los sistemas de magia en la fantasía, el de Charlton es bastante original y llamativo. Y las tramas también acompañan ;-)

Saludos