martes, 9 de octubre de 2012

Reseña: Homenaje

Homenaje.

Domingo Santos.

Reseña de: Santiago Gª Soláns.

Grupo AJEC. Col. Arrakis ficción # 11. Granada, 2012. 382 páginas.

A lo largo de una carrera literaria larga y fructífera muchos han sido los autores que de alguna manera han marcado el devenir como escritor de Domingo Santos. El presente volumen se presenta como un particular acto de amor y admiración por doce de ellos a través de doce relatos de muy distinta longitud en que de alguna manera, a través de sus temas o convirtiéndolos en protagonistas de las historias, les rinde Homenaje. Una importante variedad de enfoques que incluye ciencia ficción, fantasía, aventuras...

En la gran mayoría de estos relatos Santos no intenta emular el estilo del autor homenajeado ni convertir la historia en un pastiche de las obras de aquel. En casi todos suele conservar un estilo propio y una voz propia claramente identificable, llevando el juego a una dimensión más temática, atreviéndose incluso a escribir alguna secuela o precuela de títulos muy famosos.  No son ejercicios de imitación o mimetismo, sino auténticas declaraciones de admiración.

Domingo Santos
Relatos sugerentes en su mayoría, que hacen inevitable el que venga a la cabeza las obras originales y las fuentes compartidas, en un ejercicio entre pedagógico y nostálgico que hace revisar la visión que cada lector pudiera tener de ciertos clásicos. Algo que hace que el disfrute de cada relato sea también proporcional al conocimiento que del homenajeado tenga cada uno.

Isaac ASimov
En Servir al hombre el autor busca el hueco en las tres leyes de la robótica establecidas en su día por Isaac Asimov para plantear una situación en la que un robot intentará prolongar la vida de su amo. Un relato muy corto con supuesto giro «sorpresa» que plantea una interpretación cuando menos muy curiosa de las leyes, aunque al final resulte bastante anodino.

J.G. Ballard
Con Memoria del pasado el autor homenajea al J.G. Ballard en la línea de Crash, La exhibición de atrocidades u otras obras de ese futuro imaginado por Ballard, con una sociedad enferma, ahíta, donde la telerrealidad, los shows y el espectáculo son llevados al extremo sin cuestionárselo moralmente. La depravación humana en todas sus facetas mostrada con toda crudeza con la excusa de que es «lo que el público demanda».

Ray Bradbury
El lector de libros es un extraño «tributo», que más parece una «respuesta» al libro Farenheit 451, en que el mensaje final se antoja un tanto contradictorio con el defendido por Ray Bradbury en su famosa novela. Aunque en este relato los libros no son quemados por las autoridades, sino digitalizados mientras su lectura es restringida y controlada mediante un «índice» que solo muestra los que las altas instancias aprueban. Es, sin duda, una gran dna declaración de amor a un género, el fantástico, y a la Literatura en general, y al formato más clásico de la misma: los libros «físicos». La confrontación entre papel y pantalla, entre la censura y la libertad de pensamiento.

Arthur C. Clarke
En La nave de piedra el autor ofrece una revisión del tema clásico de Arthur C. Clarke, y la ciencia ficción en general, del encuentro en el espacio con una nave aparentemente abandonada y de procedencia desconocida que será explorada por sus «descubridores», un poco al estilo de Cita con Rama. Introduciendo en la ecuación el tema del «holandés errante», se echa en falta algo del contenido hard más típico de Clarke y un poquito más de misterio en la resolución.

Willian Hope Hodgson
Con La caza de la ballena blanca recibe su homenaje William Hope Hodgson en una historia marina que mezcla realidad y fantasía con reminiscencias de Herman Melville, en la que Santos une la peripecia vital de la juventud de Hodgson con la historia de la caza de la ballena más famosa de la literatura mundial.

E.T.A. Hoffmann
Sobre el cuento de mismo nombre, El hombre de la arena de E.T.A. Hoffmann, Santos ofrece la historia de una obsesión que lleva a la locura. Con Freud en el papel de un muy particular «hombre de arena» y Jung como un vendedor de gafas. Una bella y misteriosa muchacha que vive encerrada en casa de su padre se convierte en la obsesión de su vecino, protagonista del relato, desequilibrado desde pequeño, y cuya historia va a conducir al lector a un inesperado desenlace.

H.P. Lovecraft
El despertar de Cthulhu obvio tributo a H.P. Lovecraft es un intento de ofrecer un relato más clásico al estilo del autor de Providence, ciñéndose en todo momento al «canon» de los Mitos, lo que hace que esta historia se antoje una especie de recreación de alguna de aquellas. En medio de un ambiente onírico, un hombre se verá arrastrado a participar en ciertos rituales antiguos de aquellos que todavía comparten el mundo con los dioses primordiales.

Richard Matheson
En Extraño, Santos homenajea al Richard Matheson  de Nacido de hombre y mujer. Un niño, terriblemente mal formado, vive encerrado en su cuarto, sin poder interpretar aquello que le rodea. El relato refleja la vivencia del «monstruo», su forma de entender el mundo, su incapacidad para comunicarse; y el punto de vista de los padres, lo que está sucediendo. Un relato inquietante y descarnado, de lo mejor del volumen.

George Orwell
El referente evidente de Amar al Gran Hermano es la novela 1984 de George Orwell. En una sociedad hipervigilada y adoctrinada, un disidente que permanece prisionero es «invitado» a escribir en una diario las experiencias que le llevaron a su actual situación. Cómo se vio envuelto en el movimiento contrario al gobierno único y el proceso por el cuál va a ser reintegrado a la sociedad. Sin apartarse apenas del modelo, se podría considerar este relato una dura crítica a la sociedad vigilada en la que parece que estamos empezando a vivir y a los sistemas políticos que favorecen el bipartidismo como forma de perpetuarse realmente en el poder.

Edgar Allan Poe
El cuervo tiene como protagonista al propio Edgar Allan Poe en un evocativo repaso a su atormentada y poco afortunada vida, centrándose en el momento de inspiración en que se encuentra escribiendo su famoso poema, y aprovechando para lanzar con un brumoso vistazo a lo que será su obra posterior.

J.R.R. Tolkien
El sueño del anillo es un «homenaje» de lo más extraño hacia la figura, la obra más bien, de J.R.R. Tolkien, que parece más bien una justificación de las neurosis y la exaltación de una mente enfebrecida por la lectura de El Señor de los Anillos de un joven asocial dominado por sus pasiones. Además de que el relato es tirando a flojo, no está demasiado claro el objetivo del mismo, atacando sin rubor al grueso de los seguidores del autor británico, disparando desacertadas balas contra las distintas Sociedades Tolkien —¿¿??— dispersas por nuestro país. Ofrece, cuando menos, un mensaje confuso que no hace precisamente ningún bien a la obra «homenajeada».

H.G. Wells
Cierra el volumen La máquina del tiempo, casi una novela corta por longitud en la que el propio H.G. Wells es convertido en un personaje secundario, receptor de ciertas confidencias y documentos. Un magnífico broche final, de lo más interesante y logrado del volumen. Nuevos viajes del viajero del tiempo, con un descarnado repaso a los grandes «hitos» del siglo XX desde la óptica de aquellos que solo asisten a alguna parcela concreta de ellos y las interpretaciones que desde esa visión limitada extraen.

Homenaje es una antología algo irregular, con relatos que rayan a gran altura y otros, los menos, que de alguna manera desmerecen a los autores que intenta homenajear. No obstante, se trata sin duda de una muy interesante lectura, con muy diversos enfoques, heterogénea y variada tanto en temas como en estilos, y que permite al lector conocer más de los antecedentes e influencias del propio Domingo Santos al tiempo que invita a la lectura, o relectura, de los «clásicos» implicados.

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Reseña de otras obras del autor:



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