domingo, 26 de mayo de 2013

Reseña: Susurros

Susurros.

A.G. Howard.

Reseña de: Lyrenna.

Oz Editorial. Barcelona, 2013. Título original: Splintered. Traducción: Lorenzo Diáz / Sandra Sánchez / Paula Zumalacárregui. 411 páginas.

Más que una continuación o secuela de las novelas de Lewis Carroll (seudónimo del escritor británico Charles Lutwidge Dodgson) Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas (1865) y A Través del espejo y lo que Alicia encontró allí (1871), Susurros es una desmitificación de las mismas, con cierta inspiración / influencia (confesada en los agradecimientos del libro) de la película de Tim Burton, Alicia en el País de las Maravillas, aunque con muchas referencias a la obra original (y alguna broma a costa de la peli de Disney). Una novela juvenil (para adultos-jóvenes que se dice) en la que, en la línea de Burton, Howard ofrece un mundo onírico, oscuro, retorcido y peligroso, fascinante y tenebroso, caprichoso, ambivalente, demente y simpático, mezclando aventuras, romance y traiciones. Donde no todo, o nada, es lo que parece; y el intento de romper una antigua maldición puede conllevar el mayor de los riesgos.

Alyssa Gardner es una descendiente de Alicia Liddell, la niña en cuyas aventuras infantiles al parecer se basó Carroll para escribir sus libros. Algo que no le ha causado más que burlas por parte de sus compañeros de estudios. Unos desplantes agravados, además, por el hecho de que su madre se encuentra internada en una especie de sanatorio mental y que ella piensa que va a seguir su destino, ya que, sin que se atreva a contárselo a nadie, lo cierto es que escucha susurrar a plantas e insectos (de hecho, su principal hobby es hacer preciosos collages con mariposas y otros bichos, pinchados en alfileres para silenciar su voz, entremezclados con cristales de colores y hojas y flores secas). Extraños sueños pueblan sus noches y todo parece indicarle que en algún momento seguirá los pasos de su madre hacia la locura.
Pero, ¿y si todo fuera causado por una maldición recaída sobre la Alicia original y heredada por todas sus descendientes? ¿Se atrevería Alyssa a hacer lo necesario para reparar el daño y romper la maldición que afecta a todo el linaje femenino? En su empeño de descubrir los secretos familiares, la adolescente va a tomar una serie de decisiones que podrían poner su vida en peligro y la llevarán a emprender un “viaje” sorprendente y “maravilloso”. Un viaje para salvar a su madre de la locura y que le servirá a ella como un perfecto vehículo de autoconocimiento y reafirmación de su personalidad.

Siendo esta una novela destinada a un público de adultos-jóvenes (YA), como es regla obligada en el género nos vamos a encontrar con una joven, Alyssa, con problemas (como ya se ha visto) y un conflictivo, por diversos motivos, objetivo romántico. La protagonista es a partes iguales valiente e indecisa, contradictoria, extravagante, una skater algo punky con miedo a las alturas por lo que los saltos no terminan de salirle, y sin embargo muy convencional, independiente pero necesitada de beneplácito y apoyo casi constante. Está enamorada del “chico de la puerta de al lado” y amigo de toda la vida, Jeb, quien está saliendo (inexplicablemente) con la odiada (y odiable) Taelor, la típica niña rica acostumbrada a que se haga su voluntad y a salirse siempre con la suya (por suerte aparece poco a lo largo de la novela).

Y para seguir a rajatabla con las reglas de toda literatura YA que se precie, debe haber un tercer interés romántico en discordia para completar la tensión del siempre agradecido triángulo amoroso. En este caso, Alyssa va a tener que lidiar con el encantador, intrigante, misterioso y manipulador Morfeo, un habitante del País de las Maravillas con el que la joven parece tener una enigmática conexión.

La trama contiene un buen número de aventuras mientras Alyssa trata de “desfacer” los entuertos causados por la Alicia original y romper así la maldición. Se ve obligada a pasar una serie de pruebas, difíciles y peligrosas, aunque no termine de entender su objetivo. Cuanto más avanza en su afán, más empieza a sospechar que la dinámica del poder del País de las Maravillas se encuentra algo desquiciada y que las cosas son muy distintas de la la idea que ella se había hecho del lugar a través de su lectura de las obras de Carroll. Debe reparar algo más que los errores de Alicia y las ideas preconcebidas que arrastraba con ella pueden conducirla a más de un peligroso engaño.

Susurros se encuentra lleno de referencias que el lector puede ir rastreando con agrado: los espejos, la madriguera del conejo, la bebida que encoge y la galleta que hace crecer, la llave, la oruga, el gato de Chesire, la fiesta del té, la reina Roja..., que hacen la lectura aún más atractiva a quien haya leído los originales (o visto las películas en todo caso). Aunque, obviamente, todo ello se encuentra tamizado por la visión oscura, gótica y macabra del gusto actual. Alicia, una niña pequeña cuando cruzó al País de las Maravillas, malinterpretó muchas de las cosas que veía y otras muchas más se malograron por su inocente, pero torpe intervención (que son lo que Alyssa debe “enderezar”). Howard, como Burton, ofrece una visión más lúgubre y mortal de la creación de Carroll. El Conejo Blanco no es tal, las flores parlantes son más amenazadoras de lo que pudiera pensarse, y existe todo un mundo poblado por crueles criaturas allá abajo. La autora juega con lo que el lector cree saber, retorciéndolo y recreándolo con nuevos giros e interpretaciones.

Las dudas y momentos sentimentales, que sin duda atraerán al público más joven, entorpecen sin embargo en ciertos puntos la fluidez de la narración, sobre todo con descripciones innecesarias y en ocasiones repetitivas. Es ya un poco tópico el dilema entre el chico bueno / honesto / tierno / fiable, y el chico malo / sexy / peligroso (¿y por eso más atractivo?). Y es que sobre todo el personaje de Jeb no termina de cuajar, sin que se puedan entender realmente las explicaciones para sus acciones, sobre todo las previas a la aventura, saliendo con Taelor y haciendo sufrir a su (aparentemente) verdadero amor. Da la impresión de que ciertas escenas se han incluido como parte de una “cuota”, de un peaje al género o una concesión a su público directo, mientras (quizá) de haberse ceñido a la aventura la narración se habría mostrado más compacta.

Susurros es un cuento de hadas tenebroso, un reflejo oscuro de la obra de Carroll, con toda la locura asociada al “¡Que le corten la cabeza!” o al Sombrerero, pero con un toque si cabe un tanto más macabro y siniestro, y alguna nueva incorporación ciertamente acertada. Un relato donde el romance no termina de emocionar, pero la aventura y el escenario compensan con creces. A pesar de que la trama del libro queda totalmente cerrada (aunque quizá no, después de todo), ya se ha anunciado que habrá una continuación titulada Unhinged (la posible portada la tenéis más abajo) que seguramente no será publicada (en inglés) hasta 2014.


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