jueves, 19 de marzo de 2015

Reseña: American Vampire 1-6

American Vampire, tomos 1-6.

Guión:  Scott Snyder, Stephen King (tomo 1).

Dibujo: Rafael Albuquerque, Mateus Santolouco (tomo 2), Danijel Zezelj (tomo 3), Jordi Bernet (tomo 4), Riccardo Burchielli (tomo 5), Roger Cruz (tomo 5) y otros.

Reseña de: Francisco José Arcos Serrano

ECC ediciones. Barcelona, 2010 - 2014. Seis tomos, cartoné y rústica, color, continiendo American Vampire 1 a 34 USA, American Vampire: The long road to Hell núm. 1 USA, y American Vampire Anthology núm. 1 USA

El tomo 6 de American Vampire cierra, en el ecuador del siglo XX, el primer ciclo de esta grandiosa epopeya vampírica, estableciendo un antes y un después en la historia de Skinner Sweet (el primer vampiro americano) y Pearl Jones (una víctima chupasangres que está dando mucho juego en la serie).

Sin lugar a dudas American Vampire es una de las mejores series de la escudería Vertigo, ganando cada vez más adeptos y convirtiéndose rápidamente en uno de esos títulos que realmente merece la pena esa espera entre tomo y tomo; en este aspecto recomiendo releer del tirón este primer acto para adentrarse en el número 7 que coincide ya con el nuevo arco argumental.

Scott Snyder (guionista que imagino a todos os sonará si eres un lector de las series del NuDC), recupera la esencia del vampiro que tantos aficionados echábamos de menos desde hace años, sentando unas verdaderas y terroríficas bases que no hacen más que potenciarse número tras número.

Recordemos que en el primer tomo aparece la firma invitada de Stephen King guionizando una de sus dos historias ahí incluidas, reclamo publicitario para nada gratuito ya que la trama urdida por King es de vital importancia para el devenir de los acontecimientos venideros, logrando una atractiva historia enclavada en momentos importantes del desarrollo histórico de los Estados Unidos.

Snyder va enriqueciendo este vampírico mundo con momentos claves y sorprendentes, dejando espacio también para otros más emocionantes y repletos de acción frenética.
Un detalle muy curioso para atraer a nuevos lectores es el resumen con el que se abre el tomo 3 de la serie: una jugada de marketing pensada para que no nos perdamos nada de esta impresionante historia.

En el apartado gráfico tenemos a Rafael Albuquerque, realizando para la ocasión un excelente trabajo muy acorde con el tono general de esta trama y creando junto a Scott Snyder una de las mejores parejas comiqueras actuales.

Encontramos también a otros dibujantes como Jordi Bernet, Riccardo Burchielli, Ivo Milazzo, Fabio Moon y Jeff Lemire, entre otros, como intervenciones especiales en varias historias enclavadas dentro de este microuniverso.
En definitiva: 34 números dan para mucho y parece que el guionista americano ha sabido aprovechar el tiempo desde el primer número de esta serie que pronto (si no lo es ya) se convertirá en auténtico culto. Colmillos, sangre por doquier, cazadores de vampiros, organizaciones secretas y, sin olvidar por supuesto, a Skinner Sweet: uno de los chupasangres más legendarios que se haya creado jamás.

Yo, por mi parte, deseando estoy de hincarle el diente al tomo 7 que ha publicado la editorial ECC hace bien poquito; y tú: ¿a qué estás esperando?

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